Debaten en la Universidad de Leiden sobre impunidad en México

Por Dianeth Pérez Arreola

Leiden, Holanda. El debate “El impacto de la violencia y la impunidad en la sociedad mexicana” dejó claro el hartazgo de los mexicanos, la urgencia de los estudiosos del tema a no quitar el dedo del renglón, y la suavidad con la que tratan el tema los diplomáticos.

DolfHogewoning, Embajador de Países Bajos en Méxicodijo que es un país en transición hacia el desarrollo pero con mucha pobreza, y que igual que muchos países latinoamericanos, la demanda de droga en Estados Unidos es “la madre de todos los problemas”.

Comentó que no ve mucha indignación en el norte de México, como en el centro y sur, y duda que se mantenga el movimiento de protesta contra el gobierno, lo que levantó comentarios entre el público. Matizó diciendo que Enrique Peña Nieto fue muy lento al reaccionar sobre Ayotzinapa y que no muestra compasión. “Su discurso no convence, pero no podemos culpar de todo al gobierno. Todos son parte del problema”, señaló.

El Embajador agregó que la izquierda mexicana no está en posición de asumir liderazgo, y necesita ser la sociedad civil la que encabece un cambio “porque la impunidad es endémica en México”.

Por su parte Nicole Sprokel, representante de Amnistía Internacional, dijo que la espiral de violencia en México se hizo más evidente desde el 2006, y también la intervención de militares y marinos en los casos de violación a derechos humanos.

Precisó que los casos de tortura aumentaron 600% en los últimos cuatro años, además del incremento de las desapariciones arbitrarias, impunidad, ataques a periodistas, migrantes e indígenas que no son investigados.

El profesor  Maarten Jansen, de la Facultad e Arqueología de la Universidad de Leiden, dijo que el presidente mexicano dice un día “Todos somos Ayotzinapa” y luego pide superarlo, lo que muestra su falta de sensibilidad.

“La naturaleza de los crímenes es tan malvada que es una muestra de la erosión de los valores humanos”, recalcó Jansen sobre el desollamiento de víctimas. La diferencia entre ricos y pobres, la inequidad social, hacen sonar huecas las palabras de los políticos, agregó.

La señora Aurora Pérez, indígena mexicana, leyó un manifiesto mientras mostraba el rostro del normalista Alexander Mora Venancio, el único identificado. “Un pedacito de ti viajó a Austria. Tenías que haber viajado como los hijos de los poderosos. Nos mataron, pero nuestras voces siempre estarán. Nunca más un Ayotzinapa”, declaró.

Héctor Olasolo Alonso, Instituto Iberoamericano de La Haya para la Paz, los derechos humanos y la justicia internacional señaló que el mismo problema de México lo tienen países como Guatemala, Honduras y El Salvador, que la corrupción y la impunidad se extiende a países de la zona.

En la sesión de preguntas fue claro el descontento de los mexicanos, que abarrotaron la sala. A la pregunta sobre si se había invitado al embajador mexicano en Países Bajos, Eduardo Ibarrola, el moderador contestó que sí, pero que la ausencia del diplomático se debía a compromisos de su agenda en Estados Unidos.

Ante los cuestionamientos al embajador holandés, éste se limitó a dar respuestas diplomáticas y conciliadoras, a lo cual al término del debate, el profesor Maarten Jansen expresó que “si un embajador tiene que repetir cinco veces en unos pocos minutos que no cree que el estado mexicano sea criminal, es que hay algo detrás. Los intereses económicos son muy grandes”, dijo.