Da 7 vidas a la madera
Por Korina Sánchez S./Infobaja
Tijuana.- Una emergencia para rescatar su negocio familiar, llevó a Danira a buscar oficios que generaran ingresos económicos extra. La carpintería fue lo suyo cuando supo cómo cuidar el medio ambiente.
Durante tres años estudió la construcción de muebles a base de madera; la facilidad para el dominio de la carpintería la sorprendió y la creatividad la llevó a ahorrar aún más de lo que esperaba ganar con el oficio, pero la reducción en la contaminación ambiental fue lo que la convenció a dedicarse a eso.
“Tenía una tortillería de harina y por necesidad, porque me salía muy caro mi closet en mi casa me metí a clases de carpintería y me aventé mis cuatro, cinco cursos. Terminó mi negocio de tortillería y de ahí fui comprando herramientas y puse el taller en forma”, recuerda.
Danira compra madera usada y le da más vidas. El reciclaje ha sido su aliado desde que decidió dedicarse cien por ciento a la carpintería: muebles pequeños son construidos y vendidos con novedades.
“Me venden las tarimas y nosotros las desbaratamos. A la cubierta de la tarima sí le sacamos mucho provecho. El armazón del barrote sirve para hacer mesitas”, explica.
Los retoques a la madera reciclada hacen que las cavas, mesas, sillas y jardineras, parezcan nuevas y sin la necesidad de adquirir recursos de la naturaleza.
Aunque se trata de trabajar duro para que la madera quede lista (tiene que pasar por varios ciclos) para el mercado.
“Se desbarata la tarima, se limpia, se le quita la parte astillada, los clavos y ahí se pule, se pinta y se le da un tratamiento contra las termitas, un insecticida”, precisa.
Menos contaminación
El atractivo principal para los clientes es poder contribuir al cuidado del medio ambiente, además del diseño novedoso de las fabricaciones. La contaminación y sobre todo, la tala de árboles se disminuyen considerablemente, explica Danira.
“Es más barata pero tiene más mano de obra: se tiene que desbaratar la tarima, que lijarla, que tratarla, barnizarla; pero es una madera con más garantía que una nueva y así ya no perjudicamos tanto, que de eso se trata el concepto, de cuidar el medio ambiente reciclando”, resalta.
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El promedio de vida de un mueble hecho con madera reciclada es similar al de uno nuevo; el retoque que incluye lijado y barnizado hace que el mueble tenga una duración mayor.
“Es más barato, ya no le echamos más contaminación al planeta, le damos dos, tres veces uso al mismo mueble. Es una madera que da vueltas y tiene muchos años de vida, pero depende también el mantenimiento”, resalta.
En su negocio “12 Astillas”, un equipo de tres personas se encarga de terminar los muebles, en etapas. Una mesa de centro o infantil, por ejemplo, puede terminarse en tres días, mientras que una cava podría llevarse un día más.
“Le damos un ciclo: alguien se encarga de los cortes; todos los trazos que se tienen que hacer de acuerdo a una medida (que es personalizada) y yo les doy el acabado”, dijo.
La madera reciclada tiene 50 veces menos impacto en el efecto invernadero respecto al gas natural y el carbón, según datos de asociaciones civiles internacionales.
Basura convertida en muebles
La madera proveniente de negocios dedicados a la venta de verduras e imprentas, sirve a Danira para la creación de bancas, mesas, cavas, marcos, cajas-repisas y cualquier producto que el cliente solicite.
“Garantía tiene mucha y sobre todo si el cliente le da el mantenimiento adecuada. Una madera usada tiene más vida que una nueva”, afirma.
El traslado del material es también una forma de ahorro, pues en un sólo viaje se transporta el material, en una camioneta propiedad de la familia.
Falta cultura
En México es poca la madera a la que se le da varios usos. No existen muchas empresas dedicadas al reciclaje de este recurso, que evite la tala de árboles por el aumento en el consumo del material.
Los muebles y maderas que son vendidos en compañías grandes son de material sintético, no lleva producto reciclado y conforman un porcentaje importante de la basura acumulada; mientras que en países de primer mundo, la madera forma parte de apenas un dos por ciento del total, según el grupo ambientalista australiano National Timber Product Stewardship Group.