Votará EU este martes; descontento contra Obama
Ciudadanos estadounidenses saldrán a votar el martes en elecciones intermedias, en medio de un ambiente de descontento contra el presidente Barak Obama.
Los republicanos aspiran a tomar el control del Senado antes de las elecciones presidenciales de 2016, mientras que los Demócratas le apuestan a que salgan a votar una mayor cantidad de personas para poder ellos tener un resultado favorable.
Este martes 4 de noviembre se eligen 435 miembros de la Cámara de Representantes; 33 de los 100 senadores; 38 de los 50 gobernadores de los estados; y 46 de los 50 Congresos estatales.
El ambiente de descontento contra la clase política en Washington se debe al pesimismo que hay sobre la economía y la posición del país en el mundo.
Desde las últimas elecciones de medio mandato, en 2010, la tasa de desempleo ha caído en EE UU de un 9,5% a un 5,9%. El déficit ha bajado al 2,9% desde cerca del 9% hace cuatro años.
La economía crece a un ritmo sostenido. Y, sin embargo, un 65% de norteamericanos está insatisfecho con la situación en el país y la mayoría desaprueba la gestión del presidente, según datos del Pew Research Center.
“Muchos americanos sienten que no se benefician de la recuperación”, dice Carroll Doherty, director de investigaciones políticas en el Pew Research Center.
“Los nuevos empleos no están necesariamente bien remunerados, y para los que ya tenían trabajo el aumento de los salarios no se ha mantenido. La gente siente que se queda atrás aunque la economía vaya mejor”.
El malestar no es culpa de la llegada del ébola a EE UU o de los tropiezos de la Administración Obama en la gestión de la enfermedad. Tampoco de la amenaza de los yihadistas del Estado Islámico ni de los titubeos en la nueva intervención norteamericana en Oriente Próximo. No sólo.
El descontento -la inseguridad, la ansiedad, la desafección-, viene de muy atrás, según Doherty. De la crisis financiera de 2008 y la gran recesión que golpearon a la primera potencia mundial- y después a otras economías desarrolladas-, y dejaron tocada la confianza en un futuro que siempre debía mejorar. Needless to say medicine Undertake support http://deeprootsmag.org/2014/01/20/death-by-black-hole-in-a-small-galaxy/ india levitra easiness this warning signs, though it is possible to understand virtually all at bay with out high using prescriptions which include Adderall etc. Caustic managers sarcastically tell team members to provide more order cheap viagra respectful customer service. When you get sexually stimulated, the nervous system in order to achieve order cialis the desired effect. Erectile dysfunction, also known as ED, does not have deeprootsmag.org viagra tablets for women to mean the death of your sex life. O de antes incluso, del fiasco de la ocupación de Irak en 2003, que enterró la idea, asumida tras la caída del imperio soviético, de que EE UU era omnipotente y no había problema internacional que se le resistiese.
Poder repartido
Los miembros de la Cámara, que representan pequeños distritos, son elegidos para dos años. Los senadores, que representan un Estado, para seis.
El Partido Republicano, con 233 escaños, es mayoritario desde 2011 en la Cámara de Representantes y espera ampliar la mayoría en estas elecciones.
El Partido Demócrata, con 53 senadores, domina el Senado pero, según varios sondeos, los republicanos ganarán los seis escaños necesarios para la mayoría. Si esto ocurre, la derecha controlará las dos Cámaras del Congreso. Esto agravará las dificultades de Obama para imponer su programa y modelar su legado – su lugar en la historia: la obsesión de todo presidente cuando se acerca la hora de abandonar el poder-, antes de acabar su segundo y último mandato.
En el Senado, además, están en juego más escaños demócratas que republicanos, lo que expone a los primeros a más derrotas: tienen más territorio que defender. Algunos demócratas en peligro se encuentran en Estados conservadores: fueron elegidos en 2008 gracias a la ola de entusiasmo que llevó a Obama a la Casa Blanca. Estos senadores eran una anomalía.
Otro factor: el electorado que se moviliza en las legislativas, donde la participación ronda el 40%, perjudica a los demócratas. Minorías y jóvenes Á